«El móvil es el dispositivo más importante de nuestras vidas”, nos decía ayer Otto Sjöberg, presidente de Media(r)evolution en la sesión organizada por Escacc. Y aún lo será más en el futuro: acabará siendo nuestras llaves, nuestro monedero…
Somos unos privilegiados (y que conste que esto lo digo yo), porque hemos vivido dos revoluciones casi simultáneas: la de Internet y la del móvil. No hemos de olvidar que para los nativos digitales, el móvil es la primera pantalla, y no la tercera, como lo es para los inmigrantes digitales (la tele, el ordenador, el móvil). Los más jóvenes están acostumbrados a tocar las pantallas (incluso las de los equipos de sobremesa).
Quizá una de las cosas que más nos sorprendió a todos los asistentes es que Sjöberg no use Twitter. La razón la supimos gracias a Albert Cuesta, en el turno de preguntas: el microblogging es demasiado inmediato y él prefiere la reflexión, el análisis más pausado. Ayer, sin embargo, durante las dos horas que duró la sesión, el pajarito echaba humo (echad un vistazo a #10encom). Como explicó el ponente, hemos pasado de la tecnofobia (fobia a la tecnología) a la nomofobia (no mobile phobia). Que en resumen vendría a ser: “no sin mi móvil”.
Sin embargo, pese al crecimiento exponencial de la tecnología, que también produce cambios exponenciales en los negocios, nosotros seguimos planificando de forma exponencial lineal (gracias, @marcroca, por detectar el error). Es esa “disruption” a la que Sjöberg se refería, lamentando no encontrar una buena traducción mientras nos hablaba en un perfecto castellano.
Los tres conceptos clave del futuro: big data, sociedad conectada (networked society) y smart cities. Que, como vemos, en realidad no son más que una y sus aplicaciones: big data. El oro, según Sjöberg, el petróleo, para muchos otros. En definitiva, “la nueva divisa del marketing”.
La intuición dejará paso a datos y análisis en la toma de decisiones. Y Google fue de las primeras en aplicarlo: no es casualidad que a través de las búsquedas de la gente se pueda anticipar un brote de gripe. Y para muestra un botón: Apple tiene almacenados más números de tarjetas de crédito que cualquier banco.
Por supuesto, el Internet de las cosas también tiene aplicaciones en el mundo del marketing. Según Sjöberg, los retos del marketing móvil pasan por:
– Cambiar la venta de la audiencia por la venta de los resultados
– Pensar en el móvil como la primera pantalla en lugar de cómo la tercera
– Pensar en la publicidad y el marketing como servicios
– Desarrollo de negocio a través de big data
– Usar el móvil (que siempre está conectado) como hub para otras plataformas.
Y es que, como apuntaba más arriba, el móvil acabará sustituyendo a las llaves, a la tarjeta de crédito, al dinero en efectivo y a la tarjeta de metro. Ya existen móviles con proyectores incorporados que convierten cualquier superficie plana en una pantalla táctil (ahora solo queda que la batería aguante: la de mi HTC no duraría ni media hora proyectando).
Además, la tecnología Near Field Communication (NFC) convierte cualquier el dispositivo móvil en tarjeta de crédito, llaves…, y mil cosas más gracias a un chip. Y si estáis pensando: “yo no pienso usar mi móvil para pagar o para abrir la puerta”, datos tan sorprendentes como que eBay vende 2.600 coches cada semana a través del móvil seguro que os hacen replantearos más de una cosa.
La tecnología NFC permite cosas tan maravillosas como esta: comprar en el súper mientras esperas el metro. Algo que Tesco ya ha probado en Corea del Sur:
Ya hay una cadena que desde este mes permite comprar así en Barcelona, nos cuenta Albert Cuesta: Sorli Discau, en la estación de ferrocarriles de Sarrià (¡gracias, Albert!). Y aún hay más: Barcelona será la primera ciudad de Europa en aplicar NFC masivamente, según nos descubre Ana Polo. El objetivo es tener 3 milllones de móviles con NFC en 3 años. El Ayuntamiento firmó un convenio con Telefónica, la Caixa e Indra para desarrollar este proyecto y ya hay 8.000 datáfonos y 300.000 móviles NFC en la ciudad.
Según Sjöberg, en 10 años habrán desaparecido los periódicos en papel (sí, lo dijo), el ipod, el telefóno fijo, las cámaras compactas, las consolas, las llaves y el dinero en efectivo. También los códigos QR, “una tecnología de transición que desaparecerá”. En 2020 habrá más de 50.000 millones de dispositivos conectados. Entonces sí que podremos hablar de la sociedad conectada.
En la sesión se habló mucho del futuro móvil y menos de las estrategias de medios de comunicación en dispositivos móviles, pese al título de la sesión. Aunque está claro que también los medios apuestan por la movilidad: el 41% de los ingresos del Financial Times en versión digital ya no provienen de la publicidad sino de la venta de contenido. También están funcionando muy bien los cupones móviles con descuentos para ver determinados contenidos de una publicación, por ejemplo.
Y para acabar, un vídeo divertido que nos muestra qué pasa si intentamos vivir offline igual que vivimos en la Red. ¿Qué pasaría si a un desconocido le dijeras “puedo ser tu amigo” (como en Facebook) o “puedo seguirte” (como en Twitter)? Descúbrelo: