Desconocía esta falta de interés por los libros, al parecer públicamente manifiesta. Según este artículo, Sarkozy no lee y se jacta de ello. No me parece a mí que sea un tema del que mostrarse orgulloso, precisamente. Incluso ha llegado a decir que no lee ni los libros que se escriben sobre él. Una pena, la verdad. Ya se sabe que los personajes públicos influyen en la sociedad y no creo que en este aspecto la influencia de Sarkozy sea buena, precisamente.
Ni que decir tiene que entonces las alusiones a autores consagrados que aparecen en sus discursos no pueden ser de su propia cosecha. Salen del tintero de su consejero Henri Guaino.
Éste es un buen ejemplo de las ventajas de que los usuarios también puedan crear contenido en la Web 2.0. A ver si entre todos consiguen despertar pasiones lectoras en el presidente. De entrada, tienen previsto mantener este blog durante los 5 años de mandato de Sarkozy. Ojalá no tengamos que esperar media década para que se anime a disfrutar con el placer de la lectura. No estaría mal encontrarnos con algún comentario suyo en este blog que con tanto cariño le dedican…
¡Curioso que a un hombre de política rancia le recomienden leer poemas de Walt Whitman! Qué buena forma de hacer contrapolítica con elegancia.