La imagen es de Peor es nada.
Con esta pregunta acabábamos el último post sobre la esencia del crowdsourcing. Hace algunos años, El Mundo publicaba esta noticia: ‘Crowdsourcing’, cuando el pez grande se aprovecha del pequeño, donde alertaba de que “un número cada vez mayor de empresas en EEUU recurren a la creatividad e ingenio de aficionados mal pagados o, incluso, no pagados, para aminorar sus costos de publicidad, generación de contenido, investigación y desarrollo”.
Esta afirmación no es del todo cierta. Una de las claves del crowdsourcing bien hecho es, precisamente, que ambas partes salgan beneficiadas del intercambio. En la mayoría de casos, sí que se recompensa a aquellos que participan en este tipo de iniciativas, aunque el premio no tiene porqué ser económico (puede ser en forma de reconocimiento público y prestigio, de regalo de productos…). Hay ejemplos diversos: Boeing, DuPont y Procter & Gamble recurren a menudo a la inteligencia colectiva a través de Innocentive, una plataforma creada por el gigante farmacéutico Eli Lilly que facilita este tipo de prácticas y pone en contacto a empresas con problemas y personas con ideas. Otro ejemplo de este tipo de plataformas es Ideas4all.
Iniciativas como iStockphoto, un banco de imágenes hechas por aficionados, o el Goldcorp Challenge, que salvó de la ruina a esta minera canadiense a cambio de los 575.000 dólares que ofreció a los analistas que presentasen las mejores estimaciones de dónde podía encontrar oro en sus terrenos, muestran que el crowdsourcing puede ser muy útil a nivel empresarial.
Lo cierto es que no puede considerarse que iniciativas como éstas exploten a nadie: siempre que la empresa sea transparente y dé a conocer las reglas del juego y la finalidad que tendrá el material recogido, el usuario accede libremente a participar, por voluntad propia.
Sin embargo, recientemente han aparecido algunas iniciativas no tan bien vistas, como 12designer o Guerra creativa, que están recibiendo muchas críticas por ofrecer trabajos de diseño a bajo coste, una práctica que se considera crowdsourcing mal entendido. ¿Qué pensáis de este tipo de proyectos? ¿Os parecen un abuso o una práctica habitual de crowdsourcing?