Ahora que todo el mundo habla de la broma radiofónica que le hicieron a Rajoy en un programa de Ràdio Flaixbac, quería hacer una reflexión relacionada con el protocolo de comunicación.
Antes de nada, pongámonos en situación: Carles Pérez, presentador del magazine matinal El matí i la mare que el va parir de Ràdio Flaixbac, llamó a la Moncloa haciéndose pasar por Carles Puigdemont, president de la Generalitat de Catalunya, y preguntando por Mariano Rajoy. Y consiguió hablar con él. Aquí podéis escuchar la broma:
No voy a hacer un análisis del significado político de la conversación, que podéis encontrar en numerosas páginas web (HuffPo, El Mundo, El Periódico, entre muchos otros). Tras leer y escuchar comentarios en diversos medios y programas de radio, me pregunto: ¿fallaron los protocolos de comunicación?
Resulta extraño que sea tan fácil acceder al presidente del Gobierno, aunque sea telefónicamente, sin pasar ningún filtro y sin que nadie intente comprobar la veracidad de la llamada. ¡Si no es tan fácil acceder a ningún directivo de cualquier empresa! Siempre te dicen que «está reunido», que dejes tus datos y que te llamarán más tarde.
En la broma, en un primer momento, Rajoy no puede ponerse al teléfono porque está reunido y el autor de la broma propone volver a llamar en 15 minutos. Es raro que la secretaria no le diga que ellos le devuelven la llamada y le pida el número de teléfono, que es lo que suele hacerse en estos casos. De esta forma, podrían haber comprobado si el número correspondía a la Generalitat o haber llamado directamente a la Generalitat para comprobar la veracidad de la llamada.
Fijaos: la semana pasada, el mismo programa de radio intentó gastarle la misma broma a la Moncloa, sin éxito, haciendo creer que Rajoy quería hablar con Puigdemont. En este caso, los filtros sí funcionaron y desde Secretaría de Presidencia de la Generalitat sospecharon de la llamada por varias razones:
- les sorprendieron las maneras: la primera secretaria pasa la llamada a otra compañera, ante la insistencia del imitador, porque ve algo sospechoso;
- les sorprendió que Rajoy estuviera esperando en la otra línea para hablar con Puigdemont cuando en estos casos lo normal es que espere el dirigente de menor rango institucional, según explica la propia secretaria;
- les sorprendió que llamara un tal Marcos Casanuevas, supuesto trabajador de la Secretaría del Presidente del Gobierno, y no Ketty Satrústegui, secretaria del presidente.
Finalmente, la secretaria asegura que el president está en una reunión, que no puede atenderle y que le devolverán la llamada en breve. En este caso, los protocolos de comunicación funcionaron bien.
Aquí podéis escuchar la conversación: