Redactar para la Red ofrece muchas más opciones que el texto escrito. Internet es multimedia y, por eso, deberíamos aprovechar todos los recursos disponibles: texto (por supuesto), pero también imágenes, vídeo y audio. Si no lo hacemos, desaprovechamos el potencial de la Red.

En Internet, podemos explicar historias de muchas maneras, y a menudo aparecen nuevas herramientas que nos facilitan esta labor. Storify es una de ellas: nos permite relatar una historia a partir de las contribuciones que otras personas han publicado en las redes sociales. Es decir, que podemos combinar nuestro texto con tuits, vídeos de YouTube, fotos de Flickr, mensajes de Facebook… e insertar cualquier otro contenido sindicado (con RSS).

Es muy fácil de usar: cuando nos damos de alta en el servicio (podéis empezar a usar Storify simplemente poniendo vuestro usuario y contraseña de Twitter), se nos abre un menú muy intuitivo. Damos al enlace “crear nueva historia”, iniciamos la búsqueda con las palabras clave que nos interese y ya podemos empezar a copiar el material. Sólo hay que arrastrarlo de la parte izquierda de la pantalla a la derecha. Aquí lo podéis ver:

Además, una vez creada la historia, podemos publicarla también en nuestro blog o web manteniendo la estructura, porque se genera un código html.

Podemos aprovechar esta herramienta para hacer cronologías de un acontecimiento, como la boda real de Guillermo y Kate, explicar las crisis del mundo árabe o relatar la captura de Bin Laden. También podemos hacer relatos más creativos, como este Imagine de Janquim, que reescribe una estrofa de la conocida canción de los Beatles a partir de las contribuciones de diversos usuarios en redes sociales. En la home de Storify podéis descubrir más ejemplos interesantes.

Un ejemplo de que, ciertamente, escribir para la Red es mucho más que redactar textualmente. Esto es algo que estamos viendo estos días en los cursos de redacción digital que estoy impartiendo en Editrain y en el Máster de dirección de comunicación del IDEC. Me ha gustado descubrir que muchos de los participantes de estos programas han llegado a clase con el objetivo de aprender las oportunidades que brinda Internet para explicar historias más allá de las palabras.