La forma de comunicarse ha cambiado, también entre los telespectadores y los programas de televisión. Twitter se ha convertido en el mejor aliado para (re)lanzar los contenidos televisivos. Sobre este tema estuve charlando ayer con dos estudiantes de Periodismo de la Universitat Pompeu Fabra para un programa de Ce Trencada, el medio multiplataforma creado en el marco de la asignatura de Redacción integrada de tercero de periodismo.
Ya les avisé de que no soy experta en audiencias televisivas, pero les interesaba sobre todo analizar cómo ha cambiado la forma de ver la televisión, la manera en que consumimos contenidos y, sobre todo, qué papel tienen los usuarios de redes sociales en todo esto.
Cada vez es más habitual encontrar hashtags de Twitter en cualquier contenido televisivo, no solo en los realities y los concursos, también en las películas. Hace unos días me sorprendió encontrarme con una etiqueta en una película de Paramount Chanel.
Gracias a las redes sociales, ver la tele deja de ser una actividad que se hace en solitario o en compañía del resto de miembros de la casa, para convertirse en algo social. La comunicación bidireccional llega también a un medio tradicionalmente unidireccional como es la tele.
Los tuits son la evolución de los SMS que algunos programas nos invitaban a enviar hace unos años. Gracias a ellos, el telespectador puede dejar de consumir contenidos de forma pasiva, pasar a tener un papel activo y ser parte de su programa favorito.
No olvidemos que el 40 % de los usuarios de dispositivos móviles los usa cuando está viendo la televisión. En algunas ocasiones, por puro entretenimiento, como #graciasSara; en otras, para hacerse oír (caso La Noria) y evitar que se deje de emitir su programa favorito.
Beneficios para las cadenas de televisión
¿Qué consiguen las televisiones con todo esto? Principalmente, dos cosas: información y audiencia.
Gracias a los tuits, los canales pueden conocer la opinión de los espectadores sobre un programa en tiempo real. Otro tema a debatir sería hasta qué punto deberían hacer caso de las peticiones y quejas de los espectadores. Algunos guionistas temen que la audiencia social pueda condicionar su trabajo y su creatividad, explican en Voz Pópuli, mientras que otros no dudan en introducir cambios para aclarar aspectos que no hayan quedado claros para la audiencia, como han hecho en «Covert Affairs» y «Vampire Diaries».
Más allá de la opinión, las cadenas también pueden conocer a las personas que siguen sus programas: quiénes son, a qué se dedican, dónde viven, qué intereses tienen…, dependiendo de la información que hayan compartido en su perfil de Twitter. Esto les permite ofrecer datos mucho más detallados a los anunciantes que, al fin y al cabo, buscan la mayor segmentación posible para llegar a ese público que quieren llegar.
En el próximo post veremos cómo influyen las menciones en redes sociales en los índices de audiencia.
Actualización 17/10/13 15:24 h: No os perdáis los resultados de la 7ª oleada del estudio Televidente 2.0 de The Cocktail Analysis