Tres de cada diez empresas rechaza a candidatos en un proceso de selección por lo que han compartido en redes sociales. Es algo que ya intuíamos, pero ahora un informe de Infoempleo y Adecco lo constata. En resumen: lo que publicas te define y te puede costar el puesto de trabajo.
¿Qué tipo de datos influye más en la decisión de los responsables de recursos humanos, a la hora de descartar a un candidato?
- la apología de cualquier tipo de violencia o discriminación (73%)
- la publicación de contenidos que promuevan el consumo de drogas y alcohol (66%)
- la publicación de imágenes de contenido sexual o poco apropiadas (62%)
- los comentarios negativos sobre jefes y compañeros de trabajo (49%)
- datos que contradigan el currículum del candidato (48%)
- la falta de habilidades comunicativas, los errores de expresión o gramaticales (25%)
- la afiliación política (6%)
Estos datos demuestran la importancia de pensar antes de publicar en redes sociales, como comentábamos hace unas semanas. Hacíamos esa reflexión al hilo del caso del futbolista del Barça B. que vio como el equipo rescindía el contrato al poco de firmarlo debido a unos tuits anticulés publicados tres años antes. «Por casos como ese, ahora abogo por que las plataformas sociales borren todos sus contenidos cada año, por ejemplo, y que el que quiera se los guarde en su disco duro, pero que no queden para siempre a disposición de todos durante el resto de nuestras vidas», propone Luciano Floridi, director del consejo de ética digital de la Unión Europea, en una entrevista publicada en La Vanguardia.
Unas declaraciones que resultan sorprendentes, especialmente viniendo de quien también dirige el Internet Institute de Oxford. ¿Hacer un reset anual de Internet? No me parece realista ni apropiado, pues va contra la esencia fundacional de Internet.
[Tweet «Hacer un reset anual de Internet va contra la esencia fundacional de Internet»]
Floridi alerta del poder que tienen hoy en día las redes sociales gracias a todo el contenido que compartimos voluntariamente en ellas: «Facebook encierra riesgos mucho mayores que Google: ya tiene media vida de 1.000 millones de humanos y dentro de 20 o 30 años tendrá la vida entera de miles de millones». Es un riesgo que hemos de tener en cuenta, pero no creo que la solución pase por hacer un borrado periódico de los contenidos publicados en las redes, sino por fomentar la responsabilidad de los usuarios cuando publicamos algo. Mejor animar a diseñar un plan de gestión estratégica de la reputación personal y trabajar proactivamente la marca personal que borrar por defecto la memoria de Internet cada cierto tiempo. ¿No os parece?
Hola Cristina. Interesante artículo. Un reseteo total al año no porque es excesivo, pero yo suelo hacer una «limpieza» de vez en cuando porque me gusta participar en debates televisivos, en algún concurso de la radio, me enfado y uso las redes sociales para mostrar mi enfado con una marca o producto…cada vez me salgo menos de mi estrategia de marca personal y cuido más mi reputación online pero los impulsos son difíciles de controlar. Cuando pasa el tiempo (una o dos semanas y reviso mis perfiles) algunos de esos comentarios que se salen de la estrategia los elimino o los pongo en privado. ¿Te parece una práctica correcta o crees que es un error por mi parte?
Enhorabuena por el artículo!!
Un saludo.
Hola Sergio,
buena pregunta. Me parece interesante que tengas bien definida tu estrategia de presencia online y que tengas claro que algunos mensajes quedan fuera de ella. Entiendo que para ti es importante compatibilizar la participación en debates televisivos y los comentarios sobre marcas, con otros contenidos más «pensados» que forman parte de tu estrategia de contenidos. No me parece una mala práctica la que propones: revisar tus propias publicaciones y eliminar las que crees que son fruto del momento pero que no conviene mantener, aunque nunca puedes estar seguro de que no exista una captura de pantalla de ese tuit, actualización de FB, etc.
Un saludo,
Cristina
Es tremendo eso no ocurrirá, creo que no hay conciencia de consecuencia que tienen nuestras nuestras huellas digitales, como esta que ahí estoy dejando.