Este es el artículo que publico este trimestre en el blog de la Consultora On line Original Community Manager.
Hace unos días publiqué el post España no está a la cola en medios sociales, a raíz de una jornada sobre Estrategias en redes sociales que impartió Charlene Li en el IESE de Barcelona. Salí de las sesiones pensando que “la teoría” nos la sabemos, aunque aún estemos lejos del nivel de penetración de los medios sociales en las empresas de Estados Unidos. En eso nos llevan ventaja.
Me sorprendió que muchas de las ideas que explicó Charlene fueran de El mundo Groundswell, un libro que se publicó en 2008 (aunque la versión traducida llegó algo más tarde). Que conste que el libro me parece estupendo (y recomiendo su lectura) pero esperaba oír muchas novedades y salir de aquella sala con un montón de notas de cosas por revisar. No os engañaré: salí con algunas notas, pero no tantas como esperaba.
Soy consciente de que no se pueden generar ideas brillantes cada día y que cada uno de nosotros tiene un discurso que va adaptando a la audiencia y a la ocasión, pero pensaba que viniendo de una de las personas más influyentes de Sillicon Valley su discurso sería más rompedor. Esto me hizo pensar que quizá muchas veces idealizamos todo lo “made in USA” e infravaloramos lo que tenemos en casa.
Aunque no nos engañemos: aún nos queda mucho por hacer. Sólo hay que echar un vistazo a las empresas del IBEX 35. La mayoría no indican en la home de su sitio web si usan los medios sociales (no aparecen los iconos de las redes en que están presentes, si es que lo están, y que conste que no quiero decir que todas deban estar en todas las redes sociales). De las 35 empresas del IBEX (a día 13 de noviembre de 2011), sólo 7 incluyen los iconos sociales en la home de su web: Acciona, Banco Sabadell, Bankinter, Ferrovial, Indra, Red Eléctrica de España y Repsol.
Es algo que me sorprende: ¿las que tienen perfiles en redes sociales, por qué no les dan visibilidad en su web? En muchos de estos sitios web hay que navegar y navegar para encontrar esta información, y muchas veces es más rápido buscar en Google: “el nombre de la empresa” + “el nombre de la red social” para averiguarlo. Una pena.
Pero no nos quedemos con lo malo, veamos algunos ejemplos bien resueltos. Acciona, Bankinter, Iberdrola y Repsol, reúnen en una página su presencia en medios sociales. Banco Sabadell también lo tiene bien resuelto, como ya sabíamos (no es casualidad que en muchos cursos lo pongamos como ejemplo de buenas prácticas).
Hemos destacado 5 casos de 35. Pensemos que estamos hablando de las principales empresas españolas que cotizan en bolsa. Sé que una muestra nunca representa a la totalidad, pero es un indicador a tener en cuenta. También creo que en medios sociales importa más la calidad que la cantidad, pero el análisis del IBEX35 nos sirve para tomarle el pulso al mercado español de forma rápida (aunque no sea exhaustiva).
Eva Velasco me proponía otra lectura de la jornada de Charlene Li. Me decía que le sorprendió ver a unas 500 personas en la sala, interesadas en el tema de la estrategia en medios sociales. No entro en si esperaban salir de allí con la fórmula del éxito fácil (esa que no existe y que todo el mundo busca; yo solo conozco una manera de hacer bien las cosas: trabajar, trabajar y trabajar), pero es cierto que el éxito de convocatoria de este tipo de eventos demuestra que el interés existe (en este caso, además, era una jornada de pago).
¡Idea a la vista!
Volvamos a lo que comentábamos antes sobre la generación de ideas. Las nuevas ideas no surgen de la nada sino que suelen basarse en otras ideas que conocíamos. Nuestro cerebro va absorbiendo información, datos, detalles de lo que leemos, vemos, vivimos, oímos…; algunos los almacenamos, otros no. Y un día, cuando le estamos dando vueltas a un tema concreto, salta la chispa. Varias de esas ideas se combinan y se produce la magia: ¡tachán! Y aflora una nueva idea. O lo que nosotros creemos que es una nueva idea, aunque muchas veces no lo es, como veremos ahora en algunos ejemplos que descubrí leyendo el libro Net gain. Expanding markets through virtual communities, de John Hagel III y Arthur G. Armstrong. Todo un clásico sobre comunidades virtuales, pero aún no os avanzo la fecha de publicación.
Los autores explican que las comunidades virtuales “reverse markets”, es decir, que los vendedores dejan de tener la exclusividad de la información. Consideran que las comunidades virtuales no van de agregar información o recursos, sino de unir personas. E insisten en que la tecnología no es el factor principal en estas comunidades: ¡la clave son las personas!
¿Os suena? Seguro que sí. “No es nada nuevo”, estaréis pensando. Pero si os digo que el libro se publicó en 1997 seguro que os cambia la expresión. Sí, sí, hace 14 años que se escribieron estas afirmaciones que aún hoy repetimos como si fueran algo nuevo (yo la primera).
Y para acabar, os dejo con una metáfora que os resultará familiar: la de comparar el cuidado de nuestra comunidad con la de cuidar un jardín, y que también se recoge en este libro:
“Throw out the spreadsheets, blueprints, organization charts, and five-year plans. Virtual communities require a new mindset and a fresh managerial approach -more like the gardener’s methods of seeding, feeding and weeding. Successful organizers will balance an organic approach to community building with a tight focus on the key economic levers that drive value creation”.
Para que veáis que las ideas no siempre son tan novedosas como nos imaginamos y eso que nos movemos en un ámbito muy nuevo. Como apuntábamos al principio del post, no es fácil sorprender a la audiencia con grandes novedades de esas que cambian el mundo o, como mínimo, de esas que nos hacen ver las cosas de otra manera.
¡Qué difícil es ser verdaderamente original! Pero, ¿qué haríamos sin esas ideas que nos inspiran y nos invitan a seguir avanzando? ¡Bienvenidas sean todas las lecturas, vídeos, conferencias, conversaciones, canciones, sonidos, sensaciones… que mantienen viva nuestra curiosidad! Esa es la base para seguir creando e innovando. Empanémonos de todo lo que nos rodea. Abramos nuestra mente a otros ámbitos, no nos limitemos a leer sobre comunicación, márketing e internet.
Decía Buda: “Para ver aquello que solo unos pocos han visto debes ir donde unos pocos han ido”. Y me permito añadir: no te olvides de disfrutar del viaje. Al menos así, si no consigues dar con ese lugar virgen aún por descubrir, siempre te quedará lo que hayas aprendido y vivido durante la búsqueda. Y quién sabe: quizá después las ideas fluyan.