La reflexión sobre real y virtual no es un nueva en Blog-o-corp. Anteriormente hemos hablado de humanizar versus desvirtualizar, y también sobre comunidades y redes sociales, haciendo hincapié en que toda comunidad virtual es una red social.
Pero esa duda de cómo distinguir entre lo que es digital y lo que no, terminológicamente hablando, siempre está ahí. Aparecen entonces las dicotomías: offline/online, analógico/ digital, físico/ virtual, real/ virtual… Esta última es la que está más generalizada y personalmente la que menos me gusta: ¿acaso lo virtual no es real?, cuando estoy navegando por Internet o actualizo Twitter ¿no es real?
Coincido con Miguel del Fresno (Netnografía, Editorial UOC, 2011) en que “el término virtual probablemente es una de las formas menos adecuadas para referirse a las formas de comportamiento de las personas en el contexto online puesto que apunta a un estado parcial, marginal o paralelo; en todo caso, no plenamente real por que apunta de alguna forma hacia algo inauténtico, una escisión aparentemente obvia entre verdadero y falso.Y por tanto, relega a una sociabilidad incompleta o de un estatus menor el hecho de que las personas por medio de las conexiones posibilitadas por Internet están compartiendo realmente una interacción social y creando lazos relevantes en el ciberespacio, las comunidades online no son virtuales, son reales”.
Sobre este mismo debate entre lo virtual y lo no virtual escribe también Christine Hine en Etnografía virtual (Editorial UOC, 2000), un libro que descubrí gracias al Máster en sociedad de la información y el conocimiento de la UOC y cuya lectura os recomiendo (podéis descargar el primer capítulo en Editorial UOC). Hine entiende Internet como un espacio para la creación de culturas y a la vez como un producto cultural en sí mismo.
Afortunadamente, escribe Miguel (@yo_antitwitter), poco a poco “la atención se va desplazando desde la reflexión sobre los espacios (real vs. virtual) hacia las relaciones mismas”. Aunque el debate entre cómo distinguir lo que sucede en la Red de lo que sucede fuera sigue muy presente, pese a que cada vez más lo que hacemos en Internet es una extensión de lo que hacemos fuera de ella.