Así de claro fue ayer Saül Gordillo, blogger y director de la Agència Catalana de Notícies, en el primer encuentro del BCNMediaLab, que se centró en redes sociales, periodistas y periodismo. Saül explicó que los ciudadanos pueden participar en la conversación, pueden dar pistas a los periodistas, pueden tener sus propios blogs, pero lo que hacen no es periodismo, “es otra cosa”.
No deja de ser cierto: seguramente un bloguero tampoco busca hacer periodismo y sólo quiere compartir su punto de vista. Y no olvidemos que opinión e información no son (o no deberían ser) lo mismo. Hacer periodismo es buscar la noticia, es buscar fuentes y contrastar la información. Otra cosa sería que nos preguntáramos si realmente el periodismo hoy en día es esto o es el resultado del corta y pega de las notas de prensa. Pero eso ya sería tema para otro debate. Como añadió Saül, no deja de ser sorprendente que ahora que hay más contenidos que nunca, resulte que también hay “menos periodismo que nunca”. La verdad, da que pensar.
En el debate de ayer también participaron Sánchez-Almeida, abogado especializado en derecho de Internet y autor del blog Jaque Perpetuo en El Mundo, y Rosa Alba Roig, coordinadora de contenidos del Área Multiplataforma de TV3. Y quedó claro, una vez más, que el sentido común se perfila como la mejor guía de uso de los medios sociales.
“El periodista es periodista las 24 horas”, se dijo varias veces ayer, “pero también es ciudadano”, puntualizó Sánchez-Almeida. Y, cuándo participa en las redes sociales, ¿lo hace como periodista o como ciudadano? He ahí la gran duda. Para evitar confusiones, si el periodista tiene un blog personal, mejor dejar claro que las opiniones que allí se comparten son a título personal y no en representación del medio en el que trabaja, recomendó Sánchez-Almeida.
¿Guías de estilo sí o no?
También se habló sobre la necesidad o utilidad de las guías de estilo. TV3 se ha inspirado en las directrices de la BBC (recordemos que ambos son entes públicos) y también existen otros ejemplos. “Hacer una guía de uso es criminalizar las herramientas 2.0”, aseguró Saül. Es declarar culpable a los usuarios antes de que lo sean, presuponer que harán algo incorrecto, dijo. Si no se regula lo que un periodista puede comentar en su casa o en un bar, ¿por qué regular lo que se dice en las redes sociales? En el fondo, como suele decirse, las conversaciones de Facebook no distan tanto de esas que se tienen en un bar.
La recomendación, por todos conocida: no hagas en las redes sociales lo que no harías en tu casa. Al fin y al cabo, como explicó Sánchez-Almeida, el anonimato ha desaparecido. “Todo lo que decimos en la Red formará parte de nuestro CV de por vida”. Es cierto, en Internet no se puede borrar.
Más sentido común y más humildad es lo que hace falta en las redes sociales, también por parte de los periodistas. “Muchos periodistas han entrado en Facebook con vanidad”, lamentó Rosa, cuando las redes “deberían ser un ejercicio de humildad y no de vanidad”. Transparencia, humildad, reciprocidad, respeto, colaboración, compartir… ¿Os suenan? Son los valores 2.0. Otra cosa es que realmente los apliquemos.
Gracias a Andreu Castellano, Manuel Ángel Méndez, Silvia Cobo, Jesus Gordillo, Aitor Lagunas, Carlos Alonso, Miquel Pellicer y Carmen Jané por organizar este estupendo punto de encuentro. ¡Y enhorabuena por el éxito de convocatoria! Yo pienso repetir.
Si os interesa el tema, podéis leer otros posts sobre el debate.