«Los blogs son la punta de un icerberg y los bloggers los peces piloto de los medios de comunicación». Son palabras del periodista Francisco Pisani, colaborador habitual de Ciberpaís, pronunciadas en el marco de la conferencia Periodismo 2.0: El incorfortable baile de los periodistas con las exaudiencias, celebrada hace unos días en la Universitat Autònoma de Barcelona. Pisani habló de “exaudiencia” para enfatizar el cambio de rol pasivo a activo que propicia la Web 2.0 y rechazó explícitamente hablar de “periodismo ciudadano”, pues aseguró que esto induce a pensar que los periodistas no son ciudadanos. Además, lo interesante es que profesionales del periodismo y amateurs trabajen juntos y colaboren.
Y es que los periodistas, según Pisani, han de pasar de ser productores de noticias a moderar las conversaciones que se dan en la red. «Los medios de comunicación clásicos se equivocan al concebirse como punto de destinación, su objetivo debe ser convertirse en un lugar de paso, en una plataforma de contenidos y conversaciones, siguiendo el ejemplo de los blogs». ¿Cómo? Potenciando los enlaces al exterior y dando prioridad a los comentarios, de forma que el lector encuentre una recopilación ordenada de enlaces a diversas fuentes de información sobre un tema y pueda elaborar su propio discurso. El objetivo: construir redes sociales. Todo muy 2.0.
La conclusión: «ante la colonización de información periodística, los ciudadanos se están dando cuenta que aquello considerado noticia no es lo mismo para todos, las noticias son un servicio y no la exposición de lo que es verdad sino una función social que tiene que crear impacto de hechos y realidades y generar debate al respeto».
Nadie lo duda. No existe una verdad única, sino tantas verdades como ojos la miren. Ojalá fuéramos capaces de generar debate y dejásemos de tragarnos todo tal y como nos lo quieren vender. Aunque para ello hace falta criterio y ganas de poner a trabajar nuestra cabeza. Tal vez sea pedir demasiado, acostumbrados como estamos a que nos lo den todo bien masticadito. Sin duda, ante la avalancha de información que nos bombardea día a día, el espíritu crítico se hace cada vez más necesario.