Lee la primera parte del análisis: La apuesta mediática de Pedro Sánchez
La llamada de Pedro Sánchez a «Sálvame» revoluciona Twitter, escribe ABC. También está revolucionando la parrilla televisiva. Por poner solo dos ejemplos: Pedro Piqueras lo comentó anoche en el Informativo (¡gracias por el chivatazo, Eva!) y hoy Al rojo vivo lo debatía con Carolina Bescansa, de Podemos. Y es que la clase política no ha tardado en responder a Sánchez: según el PP, al líder del PSOE más le valdría trabajar más y salir menos en televisión.
Está claro que Pedro Sánchez se está asomando a la televisión de entretenimiento. Hasta El País y ABC coinciden en eso. Podemos calificar la estrategia de arriesgada (como dice Vanessa Mena), de valiente (como dice Sebastián Cebrián) o de loca (como dice Rubén Fernández-Avilés), pero de lo que nadie duda es de que se trata de una estrategia: ir a buscar a los públicos allí donde estén, como escribe Vanessa Mena. Vamos, lo que viene siendo la esencia de las relaciones públicas.
«Alertado por sus colaboradores, Sánchez llamó al programa —aunque no quiso que se escuchara en antena su conversación con el famoso presentador—», explican en ABC. «#PedroResponde,¡siempre!», escribía el gabinete de Sánchez en Twitter poco después de la emisión, ante el aluvión de críticas que recibía en Twitter.
.@RubenFdezAviles ¿Por qué? @sanchezcastejon traslada su mensaje a toda la ciudadanía sin distinción ni prejuicios. #PedroResponde,¡siempre!
— PSOE (@PSOE) septiembre 17, 2014
Algunas voces han criticado el tono de este tuit del PSOE para anunciar la presencia de Pedro Sánchez en El Hormiguero:
Trancas, no olvides contarle a Barrancas que hoy va a @El_Hormiguero un doctor que lucha por una #ReformaFiscal justa pic.twitter.com/XCKAGGbrYp
— PSOE (@PSOE) septiembre 17, 2014
Sea como sea, está claro que el PSOE busca acercarse a sus votantes, siguiendo la estela de Pablo Iglesias (a quien por cierto Sánchez criticó en El Hormiguero sin mencionarlo), cuya presencia es habitual en los platós, aunque de momento decline la invitación de Pablo Motos.
Hace unos días, no recuerdo en qué programa, un contertulio comentaba que lo bueno de Pablo Iglesias es que siempre atiende las llamadas de los medios, mientras que contactar con otros políticos resulta casi imposible debido a las trabas que pone el departamento de comunicación. ¡Qué contrasentido! Porque la función del equipo de comunicación debería ser precisamente facilitar el trabajo de los periodistas, no ponerle trabas. A no ser, claro está, que el partido tema que sus representantes metan la pata porque no se saben el discurso, un discurso que no deberían saberse sino creerse. Si así fuera no correrían el riesgo de salirse del guión y seguro que sus palabras resultarían mucho más creíbles.
Actualización 19/9/14: Ya sabemos quién hay detrás de la estrategia de comunicación de Pedro Sánchez: la asesora Verónica Fumanal, que antes trabajó con Albert Rivera, líder de Ciutadans. Explica El Mundo que bajo su batuta, Rivera «consiguió triplicar su representación en el Parlament». Fumanal es la fundadora de la consultora Politikom y, según se explica en ese artículo, resume su trabajo de esta forma: «cuando uno no confía en algo que se llama político, sí puede fiarse de alguien llamado persona». Y añade que las claves son «tener una marca original, un discurso positivo y capacidad de arriesgar con inteligencia y pasión»».
Otros posts que analizan la estrategia de Pedro Sánchez:
- Televisión más redes sociales, una combinación explosiva para el Marketing Político, por Fátima Martínez López
- Relaciones Públicas: Atención vs. Credibilidad – Pedro Sánchez en «Sálvame», por Octavio Rojas