Octavio Rojas inicia la sesión cuestionándose hasta dónde puede llegar la libertad de pensamiento y expresión en los blogs. Javier Pedreira, de Microsiervos, conocido en la blogosfera como Wicho, dice que hasta donde empieza la de la otra persona. Pedro J. Canut, de Canut y Ávalos y autor de Blogspierre considera que depende del tipo de blog: es distinto un blog de cine que uno corporativo. Añade que internet es una prolongación del mundo real y del día a día habitual. Como tal, la libertad de expresión es la misma en un blog personal que en la barra de un bar: “mi derecho termina donde empieza el de los demás”.

Octavio pregunta sobre los derechos de autor y los contenidos libres. Pedro considera que a España ha llegado una visión muy anglosajona del concepto de derechos de autor, basada en el copyright. En España conviven dos derechos: el derecho a la cultura y el la protección de la propiedad intelectual.

Sobre la publicidad, Octavio le pregunta a Javier si la publicidad influye en los contenidos y éste distingue dos tipos de publicidad: la promoción y la inserción de publicidad. Obviamente, si tienes un patrocinador, eso te condiciona.

“Existe una autorregulación en la blogosfera que no se da en los medios convencionales”, destaca Octavio. Pero ¿se trata de una ética de cada individuo o de una ética compartida? Porque le parece difícil la existencia de un organismo que vele por el cumplimiento de la ética en la blogosfera, a nivel global. Javier dice que cree que cada grupo tiende a autorregularse.

Se habla también de la situación en otros países como China o Cuba, donde la libertad de expresión está limitada.

La “innovación perniciosa” es otro de los temas que han asaltado la blogosfera, comenta Octavio. Las nuevas tecnologías permiten copiar datos y hacer un mal uso de esta innovación. Pedro asegura que, con los años, estos casos se condenarán duramente, de la misma forma que está ocurriendo con los casos de defensa de la competencia hoy en día.

Octavio les pregunta por sus claves éticas. Javier explica que en Microsiervos cada miembro se autorregula. Eso sí, hay que ser extremadamente transparentes: si estás hablando de una empresa o un tema con el que estás vinculado, has de decirlo. Hay que citar y enlazar siempre las fuentes. Y ser siempre muy respetuosos. Pedro insiste en que depende del tipo de blog, pues no es lo mismo un blog personal, donde puede bastar con el sentido común, que uno corporativo, donde hay que cumplir unas leyes como los derechos de autor.

El último tema tratado es el del anonimato. Pedro es partidario de la libertad de identificarse o no, pues en realidad el anonimato como tal no existe, pues todos tenemos un IP que nos identifica. Javier es partidario de los pseudónimos si eso hace que el autor se sienta mejor y más cómodo, pero no para esconderse.

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