Las herramientas de IA generativa permiten automatizar tareas, generar contenidos y personalizar mensajes. Pero esta transformación tecnológica nos obliga a hacernos preguntas fundamentales: ¿hasta dónde queremos automatizar? ¿Qué límites éticos debemos establecer? ¿Cómo aseguramos un uso responsable y alineado con nuestros valores?
En este artículo comparto algunas claves para reflexionar sobre el uso estratégico y ético de la IA en comunicación, un tema que considero esencial para los equipos que quieran integrar esta tecnología sin perder el foco ni la coherencia.
IA y comunicación: eficiencia con criterio
La IA puede ser una gran aliada para los equipos de comunicación. Nos permite agilizar tareas como la redacción de textos, la preparación de informes, la personalización de contenidos o el análisis de grandes cantidades de datos. De esta forma, somos más eficientes y podemos liberar tiempo para centrarnos en lo realmente importante: pensar, diseñar estrategia, tomar decisiones.
Pero la herramienta no lo es todo. Más importante que saber usar la IA es tener claro para qué la estamos usando y qué queremos conseguir. El objetivo debe marcar el rumbo: la IA nos ayuda a llegar más rápido, pero el destino lo hemos de definir nosotros y no ella.
Es decir: la IA propone y nosotros decidimos. Por eso, nuestro criterio profesional y experiencia siguen siendo irremplazables.
No se trata solo de lo que la IA puede hacer, sino de lo que debemos permitir que haga.
La IA propone y tú decides. Por eso, tu criterio profesional y experiencia siguen siendo irremplazables.
Tres dilemas éticos que no podemos ignorar
Más allá de las ventajas, la adopción de la IA también plantea numerosos retos éticos que debemos abordar con responsabilidad. Destaco aquí los que considero más relevantes a día de hoy:
1. Privacidad y confidencialidad
Algunas herramientas se entrenan con los datos que introducimos en ellas. En otras, no tenemos muy claro qué pasa con la información que subimos, en especial si estamos usando versiones gratuitas.
Algunas preguntas para la reflexión:
❓¿Somos conscientes de la información que subimos a herramientas de IA?
❓¿Cómo protegemos los datos de nuestras organizaciones, clientes o empleados?
❓¿Estamos formando a nuestros equipos para hacer un uso responsable y ético de estas herramientas?
❓¿Qué pasa si subimos información sensible?
2. Sostenibilidad y coherencia con los valores corporativos
El uso de la IA tiene una huella ecológica significativa. Un solo centro de datos puede consumir hasta 2 millones de litros de agua diarios para su refrigeración, y grandes tecnológicas como Google y Microsoft ya consumen más energía que países enteros.
Algunas preguntas para la reflexión:
❓ ¿Somos conscientes del impacto medioambiental que supone el uso de la IA?
❓¿Estamos alineando el uso de IA con la estrategia de sostenibilidad de la empresa?
La adopción de la IA en comunicación plantea numerosos retos éticos que debemos abordar con responsabilidad.
3. Reputación y transparencia
La IA puede alucinar, cometer errores y reproducir sesgos en sus respuestas. En este contexto, la revisión humana de las respuestas de la IA y la transparencia son esenciales, pues está en juego la reputación de la empresa.
Por otra parte, usada con fines poco éticos, la IA facilita la generación de contenido falso que parece real y que puede poner en entredicho la reputación corporativa.
Algunas preguntas para la reflexión:
❓ ¿Deberíamos etiquetar los contenidos generados con IA? ¿Qué implicaciones tiene no hacerlo?
❓¿Hemos incorporado los bulos generados por IA en el manual de gestión de crisis? ¿Tenemos preparado un protocolo de cómo actuar ante una fake new generada con IA?
Hablé de estos temas en mi intervención en ComuniConf2025, la conferencia sobre comunicación corporativa organizada por Comunicae, que se celebró el 25 de junio. Puedes ver la charla completa aquí:
IA con propósito
La inteligencia artificial no es buena ni mala. Es una herramienta. Pero el modo en que la integramos en nuestros procesos y para qué la usamos dicen mucho de nosotros como profesionales y como organizaciones.
No se trata de frenar la innovación, sino de guiarla con criterio. Porque la IA no debería tomar decisiones, sino ayudarnos a tomarlas de forma más informada y con más criterio. Recuerda que la responsabilidad final siempre es tuya y está en juego tu prestigio profesional.
Por eso nuestro papel como comunicadores profesionales es más relevante que nunca.