El resultado de la promoción de Ryanair demuestra lo que puede pasar cuando no se preveen los posibles escenarios que una acción puede provocar. La convocatoria era a las 11 de la mañana, en la Plaça Catalunya de Barcelona. Todo aquel que fuese con una pancarta o una hoja en que explicara por qué prefería volar con Ryanair a hacerlo con Iberia recibiría un billete de avión gratis.
La verdad es que prefiero las promociones que habían hecho hasta ahora: ofrecer billetes pagando sólo las tasas, regalarlos por la compra de un determinado número de libros… ¿Qué necesidad hay de criticar a la competencia de forma tan descarada? No me parece nada elegante. Finalmente, lo que pretendía ser una forma de promoción de la empresa acabó convirtiéndose en un descontrol con resultados nada positivos para la imagen de la empresa promotora. Se habló de ella, sí, pero no precisamente bien.
La falta de previsión hizo que Sinead Finn, jefa de ventas y márketing de Ryanair, que era quien repartía los billetes, tuviera que ser rescatada por los Mossos de Esquadra cuando al acabarse los bonos canjeables por billetes, los no agraciados que habían esperado hasta entonces pacientemente se le echaron encima, reclamando lo que les habían prometido.
Ahora, la Agencia Catalana de Consumo (ACC) ha abierto un expediente informativo a Ryanair tras recibir más de 150 denuncias de personas que aseguran haberse sentido engañadas por la polémica campaña publicitaria, según informa El País. Mientras, la compañía aérea se ha disculpado (a través de un comunicado) por los incidentes ocurridos y ha anunciado que ofrecerá otros mil billetes a los primeros que envíen un correo electrónico con su nombre y dirección al mail de Ryanair. Claro que ya han admitido que no tienen forma de comprobar si esas personas estaban en Plaça Catalunya o no, tal y como explica Yahoo News.
Octavio Rojas se pregunta en su blog: “¿Qué costaba montar un wiki para tener un control del número de personas que acudirían? ¿O pedir que la gente enviara un email? ¿Cómo no se pensó en contratar seguridad privada para controlar a las personas que -con toda seguridad- responderían a la convocatoria? ¿Cómo no se ha pedido disculpas a la gente que se ha sentido timada a través de su página web de la compañía?” Seguro que la próxima vez que quieran llevar a cabo una acción de semejantes características, analizan antes todos los posibles escenarios que de ésta pueden resultar.