Hay quien piensa que hablar de marca personal es hablar de Internet, pero en realidad la esencia de la marca personal no es nada nuevo. Y si no que se lo pregunten a Oscar Wilde, que tenía muy claro que no hay una segunda oportunidad para una primera impresión.
Más novedoso es el concepto de “marca personal”. Tom Peters fue de los primeros en sacar el concepto de marca del ámbito comercial y llevarlo al terreno personal. Según este experto en management, cada uno de nosotros es el director general de su propia empresa: YO S.L.
Pero volvamos a Wilde. También a él se le atribuye la cita “Sé tú mismo. Los demás puestos están ocupados”. Toda una lección de personal branding de la mano de un dramaturgo victoriano.
Esa es precisamente la clave de la marca personal: ser uno mismo. Pero, ¿cómo saber quién eres? El punto de partida es un ejercicio de autoconocimiento para detectar nuestros puntos fuertes y débiles, e identificar aquellos que nos hace únicos. En esta fase inicial también es importante tener claros nuestros valores y saber qué queremos (o nos gustaría) llegar a ser, teniendo en cuenta nuestras fortalezas. Y cuando tenemos todo esto claro, y solo entonces, llega el momento de comunicarlo. Y es aquí cuando Internet nos puede ser de gran ayuda: las redes sociales pueden ser nuestro gran aliado para dar a conocer nuestra marca personal.
Y no solo eso: Internet también nos permite saber si la marca personal que hemos definido está alineada con lo que los demás piensan de nosotros, es decir, con nuestra reputación. ¿Qué comenta la gente sobre nuestro trabajo? ¿Comparten los contenidos que publicamos en nuestro blog y en redes sociales? ¿Quién interactúa con nosotros? Porque, como dice Jeff Bezos, el creador de Amazon, marca personal “es lo que dicen de ti cuando no estás delante”.
Precisamente sobre este tema reflexionaba hace unos días en el Diari de Tarragona, en un artículo que también podéis leer en La Vanguardia y el Blog de la UPF Barcelona School of Management.