Hace unos meses, Magali Benítez escribía en el blog de Polièdric:

“Me preocupa que las empresas estén ahora destinando recursos a su presencia en social media  (…) restándolos del mantenimiento o mejora de su sitio web. Nada más equivocado. Si diseñamos un plan de acción para social media (SMP o social media plan) será para llevar tráfico al web, nuestro campamento base o plataforma principal, diseñado concienzudamente para informar con detalle, convencer y vender.”

Ayer, en la sesión inaugural del posgrado de Comunicación Estratégica Digital del IDEC, Genís Roca insistía en la misma idea. Decía que no entende cómo las empresas pueden descuidar su sitio web y dar prioridad absoluta a su presencia en redes sociales cuando estos perfiles deberían dirigir las visitas a la web corporativa.

Yo tampoco creo que las páginas web hayan muerto. Como el resto de herramientas (el correo electrónico, los blogs, las newsletters…), se han reinventado con la llegada de los medios sociales. Pero tener un buen sitio web sigue siendo una prioridad, desde mi punto de vista. Tu web es tu casa, el lugar donde puedes decir lo que quieres y te interesa, el sitio en el que tú mandas. El sitio web puede ser tan participativo y social como tú quieras, no tiene que ser 1.0 por definición, aunque haya por ahí algunos que lo asocien irremediablemente.

Si pudieras elegir entre tener un piso de propiedad o vivir siempre de alquiler, ¿qué preferirías? No hemos de olvidar que en las redes sociales estamos de prestado, como explicaba ayer Genís, “de alquiler y con un contrato de 3 meses”. O incluso de menos: sólo hay que ver al ritmo que cambia Facebook últimamente.

(En mi caso, Blog-o-corp es mi blog y aquí puedes ver mi casita digital).