Los blogs no sólo tienen aplicaciones empresariales, también pueden tener una función social. Y si no, que se lo pregunten a los 10 chicos del Centro Penitenciario de Jóvenes de Barcelona, que desde julio de 2006 son Bloggers desde prisión. Todo gracias a un un taller de alfabetización digital organizado por la biblioteca y el Punto Òmnia del centro y en el que también han intervenido dos colaboradores de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Barcelona. Lo explica Mercè Molist en un reportaje del Ciberpaís.
Un proyecto que comenzó como algo temporal pero cuyo éxito lo ha hecho permanente y que ha ganado el Premio Ciudad del Conocimiento del Internet Global Congress (IGC).
Estos diez chicos tienen un blog y en él pueden escribir sobre lo que quieran. Pueden usar ordenadores conectados a internet, siempre bajo supervisión y sin establecer contacto con el exterior: nada de mails ni de chats. Como buenos blogs, se aceptan comentarios. Y pueden ser contestados siempre que la temática se ciña al tema del post.
El resultado: los chicos aprenden. Aprenden a navegar por internet, ortografía y también a expresar lo que sienten. Los blogs son “un estímulo para la autovaloración, el aprendizaje y la continuidad de la actividad”. Además, «el crecimiento de los blogs ha sido paralelo al crecimiento personal, sociocultural y educativo de los internos», según las conclusiones del informe “El blog desde prisión: un instrumento de inclusión social”, que han realizado los responsables del proyecto. Todo un éxito, sin duda. Enhorabuena por la iniciativa.