Los contenidos son el vehículo para comunicarse con el público

contenido eres túSi haces los mejores muffins del mundo pero nadie lo sabe, te servirá de bien poco. Así empieza el capítulo que he escrito para el e-book colaborativo Contenido eres tú en el que Eva Sanagustín me invitó a participar. ¡Ya puedes descargártelo!

El e-book analiza los contenidos desde diferentes disciplinas: el SEO, el branding, el storytelling, el marketing… Es decir, que ofrece una visión global sobre qué son los contenidos y con qué objetivos puede usarlos una empresa.

Mi contribución se centra en analizar por qué los contenidos son importantes para la comunicación. Básicamente por cinco razones:

  • explicar qué haces y destacar las virtudes de tu producto
  • aumentar la notoriedad de marca: conseguir que tus públicos te conozcan
  • ganar visibilidad
  • diferenciarte de la competencia
  • mejorar la imagen de tu marca entre los públicos.

Antes de dejaros con mis «recetas» para conseguir que vuestros muffins se hagan famosos y todo el mundo los pueda disfrutar, quiero agradecerle a Eva Sanagustín no solo la invitación a sumarme a este proyecto sino también todo el trabajo de coordinación y edición. Gracias también a  Noemí Medina por el diseño de la portada. Y a todos los compañeros con los que comparto páginas: Magali BenítezFabrizio Ferri-BenedettiAleix GabarreMontecarloAndrés PérezFernando de la RosaEva SnijdersDavid Soler, Pau Valdés y Javier Velilla. ¡Es un auténtico placer compartir aventura editorial con todos ellos!

Y ahora sí, aquí tenéis algunos ingredientes que os ayudarán a aprovechar los contenidos para darle más visibilidad a vuestro proyecto. ¡Buen provecho! (últimamente estoy muy culinaria).

Cómo preparar los contenidos en comunicación

Ya hemos visto que la comunicación te ayudará a dar a conocer tu proyecto. Para lograrlo, necesitas diseñar un buen plan de comunicación, que te permitirá alinear los objetivos de comunicación con los de negocio y definir la manera de conseguir que tus mensajes lleguen a tus públicos (estrategia).

El primer paso es conocer a tu empresa y a tu competencia. Seguramente estarás pensando que ya te conoces y sabes lo que haces, pero un poco de investigación te ayudará a conocerte aún mejor. Intenta responder a estas preguntas: ¿a qué te dedicas?, ¿qué hace que tus muffins sean únicos? Estos serán los atributos que te diferencien de la competencia. Analiza también con qué canales de comunicación cuentas: ¿tienes página web?, ¿blog?, ¿un teléfono de contacto?, ¿hay una pizarra en tu local donde apuntas las ofertas?

Ves a Google y teclea tu marca. ¿Alguien habla de tus muffins? ¿Hablan bien o mal? ¿Algún medio de comunicación ha mencionado alguna vez tu producto? Es posible que no encuentres muchos resultados o que descubras que otra persona usa la misma marca que tú para vender otro producto.

Hecho esto, llega el momento de someter a la competencia a un análisis similar al que acabas de aplicar a tu marca. Te interesa saber qué hacen bien a nivel comunicativo: cómo se comunican, qué canales usan, qué explican en cada canal, si los medios hablan de ellos y qué dicen. Toda esta información te ayudará a situarte y a saber qué haces mejor que la competencia y qué hacen mejor ellos que tú. Con toda esta información podrás preparar un DAFO que resumirá las fortalezas y debilidades de tu marca y las oportunidades y amenazas de tu entorno.

El segundo paso consiste en planificar. Llega el momento de que decidas cuáles son tus objetivos de comunicación: ¿darte a conocer o aumentar tu notoriedad?, ¿ganar visibilidad o mejorar la imagen de tu marca?, etc. También has de tener claro con qué públicos quieres relacionarte: clientes actuales, clientes potenciales, tus trabajadores, escuelas de los alrededores, cafeterías que podrían vender tus muffins, medios de comunicación locales…

Si la lista es muy extensa, puedes hacer grupos en función de sus necesidades: si les enviarás los mismos mensajes puedes agruparlos. Por ejemplo, las escuelas y las cafeterías que podrían actuar de intermediarias y vender tus muffins precisan una información similar sobre tus productos, así que podrías dirigirles los mismos mensajes. Intenta conocer a tus públicos y poner cara a cada uno de los grupos que has identificado. (Si quieres ver un ejemplo, descárgate el e-book).

La forma de alcanzar los objetivos que te has propuesto es la estrategia, que se concreta en los mensajes (qué le quieres decir a tus públicos) y en las acciones (qué canales y contenidos vas a usar para decírselo). Es aquí donde entramos de lleno a hablar de contenidos, porque crear contenido es darle forma al mensaje y decidir cómo lo difundirás.

Como ves, lo ideal es combinar contenidos online y offline. Las redes sociales también son un buen canal para difundir tus contenidos y, de hecho, podríamos incluirlas en el plan de comunicación, pero como este tema ya lo tratará David Soler en su capítulo, he preferido descubrirte otras posibilidades.

El tercer paso consiste en definir el plan de acción. Se trata de situar todas estas acciones en el tiempo (calendario) y concretar en qué momento empezarás a trabajar en ellas, cuándo se lanzarán y cuánto tiempo estarán vigentes. Es importante desglosar todas las tareas que tendrás que hacer para llevar a cabo cada acción y quiénes serán las personas responsables de realizarlas.  Por ejemplo, cuándo prepararás y enviarás la nota de prensa, cuándo harás el seguimiento de las publicaciones en medios locales (y quién se encargará de hacerlo), cuándo prepararás el dossier informativo para proveedores (y quién lo hará), etc. Cuanto más detallado sea el calendario, más fácil te resultará implementarlo.

Este es también el momento de definir qué recursos, tanto materiales como humanos, necesitarás para llevar a cabo el plan de comunicación, siempre siendo realistas con los recursos con los que cuentas y ajustándote al presupuesto disponible.

Por último, pero no menos importante, hay que medir los resultados que estás obteniendo, para saber si estás alcanzando los objetivos que te has planteado inicialmente. Para hacerlo es necesario que definas unos indicadores de medición, que dependerán de cada objetivo. Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar la notoriedad de tus muffins, valorar la evolución del número de menciones al producto que han aparecido en medios de comunicación y en redes sociales y analizar si son positivas o negativas podría darte pistas de si estás logrando aumentar la presencia en medios, que a la larga puede traducirse en un incremento del conocimiento de la marca (notoriedad).

No es fácil evaluar los resultados en comunicación, porque lo que intentamos medir es un intangible: cómo percibe el público a tu marca. Además, los resultados que se obtienen son a largo plazo, así que es importante que tengas paciencia.

Sin embargo, esto no debería desanimarte. Diseñar un plan de comunicación te ayudará a dar a conocer tu proyecto. Hoy en día, gracias a Internet y a los medios sociales, no es necesario tener un gran presupuesto para dar a conocer eso que haces mejor que nadie: solo necesitas un poco de creatividad, un buen plan de comunicación y muchas ganas. Con estos ingredientes seguro que conseguirás que muchas más personas conozcan tus muffins y puedan disfrutar de su inconfundible sabor.

Si quieres leer el capítulo entero, con un ejemplo que te ayudará a asimilar mejor el contenido y a poner en práctica tu plan de comunicación, descárgate el e-book Contenido eres tú. Te recomiendo leerte el libro completo para tener una visión 360º de los contenidos y descubrir las diferencias y similitudes entre las diferentes maneras de usar los contenidos en la empresa.

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