Leía este fin de semana dos artículos en prensa sobre el caso Madeleine que hacían referencia a la vertiente comunicativa del caso: La enigmática lady McCann y La cuidada puesta en escena de los McCann. Y luego leí la noticia que anunciaban todos los medios: los McCann buscan un asesor de imagen. Al parecer, se estaban planteando contratar a Phil Hall, que durante años estuvo al frente del dominical News of the World, de corte sensacionalista, y ahora gestiona un agencia de relaciones públicas. Pues bien, lo contrataron. Antes de él, se responsabilizó de la campaña de comunicación Justine McGuinness, que estuvo al frente durante más de 80 días, pero que no ha renovado su contrato.
Benito y Casimiro también hablan del tema en sus blogs. No es mi intención abrir un juicio paralelo (otro más), pues de juzgar ya se encargarán los jueces. Lo que quiero destacar es el hecho de que ayer, muchos medios de comunicación informaran de que parece ser que Hall ya ha logrado “ganarse a la opinión pública británica”. ¿Me he perdido algo? ¿En un solo día, tal vez un par, ha conseguido cambiar las percepciones de todos los británicos? Permitidme que me muestre escéptica ante tal afirmación. Ni el mejor profesional de la comunicación puede lograr algo así. Podemos ser profesionales concienzudos, pero no somos magos. Aunque siempre hay gente que cree que esa es nuestra función. Seguramente también los McCann lo piensan. Puestos a elegir, yo me quedo con la comunicación en el ámbito empresarial.
