Si queremos hacer publicidad, hagámosla. Si queremos hacer comunicación, hagámosla también. Incluso hagamos las dos cosas, si el presupuesto lo permite. Pero no mezclemos. Si no es ético hacer pasar opinión por información, tampoco lo es convertir una nota de prensa en una sucesión de eslóganes. Ni es ético ni útil. Porque sólo conseguiremos que la nota de prensa acabe en la papelera.
Informa hoy PR Noticias, y se hacen eco diversos blogs, que el 85% de las notas de prensa que se envían a los medios son «impublicables». Así las han calificado los periodistas de diversos medios de comunicación españoles, que consideran que son «publicitarias», que «no están redactadas con mentalidad periodística» y que «carecen de interés informativo».
El trabajo de campo realizado por Estudio de Comunicación y Demométrica entre profesionales de la Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE), la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) viene a constatar lo que ya suponíamos. Como bien sugieren otros compañeros blogueros del ámbito de la comunicación corporativa, es momento de pararse y reflexionar. Dos puntos de partida básicos:
1. Una nota de prensa no es un anuncio.
2. Es momento de buscar otras vías para llegar a nuestros públicos.