Foto: Wikisanidad
Me estreno en #CarnavalSalud reflexionando sobre marca personal y marca profesional: ¿juntas y revueltas?, un tema que está indirectamente relacionado con el que Cèsar Palazuelos me proponía hace unos días para futuros posts de Blog-o-corp.
Aunque la iniciativa de @manyez, @ChemaCepeda y @monicamoro se centra en los profesionales de la salud, las reflexiones que apunto a continuación son válidas para cualquier sector. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ámbito sanitario es especialmente sensible en lo que se refiere al uso de Internet: hay que tener cuidado con la información de los pacientes que se comparte y respetar siempre el Código Deontológico.
Aclarado esto, empecemos por la primera cuestión que nos plantean desde Wikisanidad:
- ¿Es conveniente disponer de dos perfiles diferentes? ¿O es mejor mostrar todas tus facetas en una única cuenta, con información de salud y de todo aquello que te apetezca compartir?
La marca (personal/ profesional) tiene mucho que ver con la gestión de la reputación, es decir, con lo que somos y cómo nos ven los demás. El debate sobre si es mejor separar vida privada y vida profesional en redes sociales es un clásico. Cuando me preguntan sobre este tema, mi respuesta siempre es: «depende». Sé que da rabia que alguien conteste esto, pero es que no hay respuestas correctas e incorrectas, como sucede con casi todo lo relacionado con la Web.
Rosa Taberner comparte su experiencia personal en Dermapixel y escribe:
«En Twitter pongo desde vídeos de buceo hasta mis experiencias culinarias, pasando por información sanitaria diversa e incluso mi osadía me lleva a comentar partidos de fútbol (pobre Mallorca…) o carreras de Fórmula 1.(…)
¿Debería separar todo esto en dos cuentas? Quizá sería lo más razonable, atendiendo a los expertos en el tema. Lo que ocurre es que a mí no me sale. Yo no soy “sólo” dermatóloga, hay alguien detrás, y considero que mi yo-dermatológico puro sería un aburrimiento. Existen muchas cuentas de dermatólogos que sólo hablan de dermatología. Lo respeto. Es más, los admiro. Pero yo no puedo.»
A mí me pasa lo contrario: no me siento cómoda compartiendo aspectos de mi vida privada en mis perfiles en redes sociales. Es decir, que separo lo profesional de lo personal. Así, solo publico temas personales (con poca frecuencia y sin dar demasiados detalles) en mi perfil personal de Facebook, donde ahora solo acepto como contactos a personas que conozco y no a todas: amigos y personas de mi círculo más cercano. (Digo «ahora» porque esta norma no la aplico desde el principio sino que fue una decisión que tomé más tarde.)
Al resto de perfiles sociales les doy un uso profesional: la página de Facebook, el perfil de Twitter, la cuenta de LinkedIn, la de Slideshare, la de Google+, etc. ¿Esto es lo correcto? No, es lo que yo hago. Y lo hago así porque no me gusta compartir fotos de mis vacaciones en Facebook ni publicar tuits explicando mi fin de semana.
Eso no significa que a veces no publique comentarios algo más personales en Twitter, como esta reflexión sobre PayPal, este tuit sobre la autopublicación, esta consulta sobre móviles o este comentario meteorológico.
Prefiero separar los perfiles profesionales y los personales. No sé si esto me hace menos transparente o más distante, dándole la vuelta a los comentarios que leo en el post de Rosa, pero es la decisión que he tomado.
Lo correcto no es separar ni mezclar, lo correcto es lo que cada profesional decida. Siempre recomiendo, eso sí, pararse unos minutos a reflexionar sobre el tema. Algunas preguntas que nos pueden ayudar:
- ¿Te sientes cómodo con tus perfiles sociales o preferirías cambiar el uso que doy a alguna red social?
Siempre se puede cambiar la estrategia. Como ya he comentado, yo hace un tiempo decidí limitar mi lista de amigos en Facebook.
- ¿Te gustaría compartir más contenido personal con algunos de tus contactos?
Puedes crear un grupo en Facebook, círculos en Google+, un blog personal…
- ¿Te has planteado qué contenido del que compartes en Internet es accesible para todo el mundo?
Si no es así, dale un repaso a las condiciones de privacidad de tus perfiles en redes sociales.
- Si buscas tu nombre en Google, ¿qué resultados obtienes?
Esta es la pregunta clave para empezar a gestionar proactivamente tu reputación digital.
Sea como sea, lo que está claro es que hoy en día no podemos evitar ser digitales, así que cuanto antes ordenemos nuestra presencia digital, mejor.
Como veis, el debate sigue abierto. Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Mejor separar o mezclar marca personal y profesional?