Continúo reflexionando sobre marca personal y marca profesional: ¿juntas y revueltas? en el marco del #CarnavalSalud de septiembre. Si en el post anterior analizaba si es mejor separar o mezclar lo personal y lo profesional, hoy intentaré responder a la segunda pregunta que proponen en Wikisanidad:
- ¿Es necesario elaborar guías de usos y estilos como la de la Consejería de Salud de Andalucía? ¿O mejor que cada profesional decida cómo es su presencia en los entornos sociales?
De nuevo, no existe «la respuesta correcta», aunque en este caso seré más concreta: suelo recomendar a mis clientes que creen una guía con recomendaciones de uso, especialmente si se trata de organizaciones de cierto tamaño.
Este tipo de guías siempre aconseja, nunca obliga, y sirve para sentar unas bases entre los empleados. Algunos ejemplos de guías de uso de los medios sociales en el ámbito sanitario son el del Hospital Sant Joan de Déu, el de Roche y el de Pfizer, aunque hay muchos más.
Hay quien considera que estas guías coartan la libertad de los empleados. Así fue recibido por muchos el comunicado sobre el uso de las redes sociales que Unidad Editorial envió a sus trabajadores. Sin embargo, cuando la organización opta por la gestión descentralizada de la presencia en medios sociales, como hace la Generalitat de Catalunya, una guía de este tipo es imprescindible para asegurar la coherencia de los mensajes y velar por la imagen corporativa.
¿Para qué hacen falta estas guías si el uso de los medios sociales «es puro sentido común»?, se preguntarán algunos. Lástima que, como suele decirse, muchas veces este sea el menos común de los sentidos. Otra opción (que puede complementar a la guía de uso) es ofrecer formación a los empleados para asegurarnos de que tienen las competencias digitales básicas.
En cualquier caso, estas guías ayudan a evitar problemas como estos: ¿de quién es la cuenta de Twitter de un periodista? y Twitter: ¿propiedad del medio del periodista?
Y esto enlaza con otro tema también interesante: marca y profesionales freelances. ¿Deben regirse por la misma guía de uso que los trabajadores de la empresa con la que colaboran? ¿Puede un autónomo separar vida personal y profesional o es más difícil que lo consiga que un asalariado? ¿Cómo puede aprovechar los medios sociales para darse a conocer? (sobre este último tema hablaremos en el webinar que estamos preparando con Eva Sanagustín para el 24 de octubre). Pero esto ya es tema para otro post…