¿Qué es la La vaca púrpura? Es lo primero que uno se pregunta cuando ve este libro. (Por cierto, que la portada y las manchas de la vaca son de color púrpura, aunque aquí se vean azules…). Es algo extraordinario, diferente, increíble, emocionante, diferente, algo que nunca se olvida, según explica su autor, Seth Godin. “Las vacas, después de ver una, o dos, o diez, son aburridas. Pero una vaca púrpura es algo que llama la atención, que obliga a pararse, mirar e incluso maravillarse.”
La idea no es nueva (diferenciarse o morir), pero es necesario reinventarla cada día, y más en entornos turbulentos como el actual. “Purple cow” es la nueva P del marketing, dice Godin, porque las cuatro pes “han dejado de funcionar”, debido a la saturación mediática (algo que repito continuamente a mis alumnos). El mundo cambia, la sociedad cambia, el marketing cambia, la comunicación cambia. “Deje de anunciarse y comience a innovar”, recomienda. Las viejas ideas ya no funcionan.
Un buen libro para introducirse en “la escuela de Seth Godin” (que cuenta con grandes y muy fieles seguidores), pues recupera conceptos del autor, como los ideavirus (ideas que se propagan) y el marketing del permiso (“si respetamos, nos escucharán”). Me encanta cómo explica la curva de la difusión de ideas de Geoff Moore y también el fin de la era televisión-industria (productos estándar, anuncios masivos, ciclos de producto largos, cambios pequeños), después de 50 años de hegemonía.
Lo que más me ha gustado de “La vaca púrpura” son los capítulos cortos, directos, que facilitan enormemente su lectura. Una fragmentación muy digital, que diríamos. La obra es del año 2002, pero la versión traducida llega ahora a España de la mano de Gestión 2000 (¡gracias por enviármelo!). Lo que menos me convence son los ejemplos, porque algunos me suenan a chino, pero es lo que tienen las traducciones…