La prensa atraviesa momentos difíciles en toda Europa, y España no es una excepción. Las razones están claras: por una parte, las nuevas tecnologías, por la otra, el bajísimo índice de lectura de diarios por parte de la sociedad.
Las nuevas tecnologías están cambiando la rutina diaria de los periodistas de medios. Pero, ¿cuál es el futuro del sector de la prensa escrita en España? Eso fue lo que debatieron el jueves en el Centro Internacional de las Empresas de Comunicación (CIEC) del IESE, según leo en El Mundo.

Unos, como Antonio Fernández-Galiano, consejero delegado de Unidad Editorial, aceptaron que el mundo digital ha cambiado la relación entre los ciudadanos y la información, que esto ha supuesto una pérdida de protagonismo de los soportes pero aseguraron que no afectará demasiado al contenido. En la misma línea, Santiago Alonso, adjunto al director general de Vocento, apuntó que la prensa escrita debería reservarse “el análisis, la calidad de la información y la búsqueda de la verdad por encima de poderes políticos y económicos”. Otros, con menos optimismo, como Ignacio de la Rica, director general del Grupo Recoletos, admitieron que “la prensa está tocada y próxima a su fin, al ser una tecnología superada por otra más reciente”. Lo que está claro es que los medios tradicionales deben adaptarse a las nuevas posibilidades tecnológicas si no quieren quedar desfasados.