Soy e-lancer: más sobre nuevas profesiones

mayorCuando escribí Perfiles profesionales 2.0 ya sabía que el listado de perfiles que se mencionaba no podía ser exhaustivo, por dos razones: porque seguro que me dejaba alguno en el tintero y porque en un entorno dinámico como el de Internet, el listado seguiría creciendo. Sabía que aparecerían nuevas profesiones relacionadas con este ámbito en el futuro, pero creo que no imaginaba que sería a este ritmo.

Leyendo un Yo dona de agosto descubrí que soy e-lancer (además de free-lancer), una profesional que ofrece su trabajo por cuenta propia y está siempre conectada a través de Internet y las redes, y estoy de enhorabuena, porque según el experto en nuevas tecnologías y nueva organización del trabajo Thomas W. Malone, estos son los profesionales del futuro.

También hay webgardeners, los encargados de actualizar los contenidos de la red (¿eso no lo hace también un community manager o un redactor digital) y brokers del talento, que identifican las capacidades de los trabajadores y las comercializan (¿headhunters o profesionales de selección de personal renovados?).

Estos perfiles vienen a sumarse al de content curator o cuidador de contenidos, el de communitiy manager y otros tantos más que aparecerán en breve o quizá ya existen pero nadie les ha puesto nombre aún. De hecho, como ya he comentado en otras ocasiones, creo que muchos de estos perfiles no son más que una actualización de otros ya existentes, aunque si les damos otro nombre, y más si es en inglés, suena mejor.

Si escribiera ahora el libro de perfiles (en lugar de en 2009), hablaría de funciones más que de perfiles, porque se trata de roles que alguien debería asumir dentro de la organización pero que no tienen porqué recaer sobre una única persona ni ha de haber un profesional dedicado a cada función en exclusiva: dependerá de cada empresa y de cada caso.

Lo que es importante es darse cuenta de que los nuevos entornos generan nuevas necesidades que hay que cubrir si la organización no quiere quedarse desfasada. El uso de los medios sociales crece y los contenidos que se comparten en la Red también, y darle la espalda a esta realidad puede hacer que las organizaciones estén tranquilas por el momento, pero condenadas para el futuro. Darle la espalda a la realidad no hará que ésta cambie. ¿Negarse al cambio o sumarse a él? Yo apuesto por lo segundo.

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