La predisposición es esencial, y eso no se enseña

Charlando ayer con Mercè Bonjorn, a quien tuve el placer de conocer en persona, y más tarde con María Jesús Alonso, a quien ya conocía pero con quien siempre es interesante conversar ;), me llamó la atención que se repitiera una reflexión. No estuvimos hablando de los mismos temas, aunque en las dos conversaciones hicimos referencia, en un momento u otro, a los medios sociales y a la formación en este ámbito.

Mercè me habló de esa pasión que transmiten los que viven de verdad el espíritu 2.0. Esa pasión se siente o no se siente, no se puede fingir ni se aprende con el tiempo. Eso no significa que no estemos aprendiendo constantemente, porque este ámbito avanza muy deprisa y cada día hay que estar al pie del cañón. La formación es útil en este punto: sirve de guía en el camino de la actualización y ayuda a adquirir/ potenciar competencias y conocimientos. Sin embargo, sin un interés previo, todo curso carece de sentido.

En un ámbito en el que muchas cosas se aprenden de forma autodidacta y (creo que) siempre es necesario probar las herramientas en primera persona, de poco sirve estudiar una serie de ideas si no existe una predisposición positiva por conocer el nuevo escenario.

No es algo nuevo: lo mismo sucede con todas las disciplinas. En el colegio estudié un montón de fórmulas y fechas históricas que hoy soy incapaz de recordar. Las aprendí de memoria, me sirvieron para aprobar los exámenes correspondientes, pero al no utilizarlas y no tener interés en recordarlas, quedaron enterradas por otros conocimientos que en el momento resultaban más útiles en mi día a día.

En resumen, y como ya he comentado en muchas otras ocasiones, la clave para aprender sobre medios sociales es la actitud. Por eso cuando alguien me pregunta qué libro se ha de leer o qué curso ha de hacer para saberlo todo de los medios sociales (“ese que lo explique todo y con el que ya no necesite nada más”, suelen pedir), le digo que no existe. Hay muchos libros buenos y muchos cursos buenos, pero ninguno te lo enseña todo, porque nadie lo sabe todo y porque muchas cosas hay que aprender pero no se pueden enseñar.  ¡Hay que tener curiosidad por conocer, por saber, por descubrir!

Y si después de esta reflexión me piden un consejo, les recomiendo que inviertan unas cuantas horas leyendo (y puede ser en la Red) sobre Twitter, sobre Facebook, sobre empresas que usan estos medios, sobre el entorno digital… Que prueben y experimenten. Y luego, si quieren, podemos seguir hablando.

PD: Eso sí: la pasión se puede contagiar 🙂

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