Ya os he comentado que hace unos días estuve en el Internet of Things Solutions World Congress (IoTSWC). A raíz del congreso, he compartido 3 mitos sobre el Internet de las cosas y he publicado un post cómo el IoT está cambiando los modelos de negocio.
Este post de hoy no se centra en las ponencias a las que asistí, sino en un par de reflexiones que se derivan de esas sesiones.
La primera la compartí en Twitter desde el propio congreso: ¿cómo se entiende que en una sesión sobre vehículos conectados no haya ni un solo ponente de una empresa automovilística?
Uno esperaría (al menos yo) encontrar a alguien de Volkswagen, BMW, Toyota, Hyundai… Pero no, los ponentes eran de Telefónica, Deloitte, Dell y General Electric.
Me contestó Miguel Cabrera en Twitter que, en eventos así, “quien paga, habla”. Muy cierto. ¿Pero entonces es que a las empresas de automóvil no les interesa estar presentes en un foro así? Más tarde, Jose Manuel Carames me contaba también en Twitter que sí que había gente del sector del automóvil entre el público y que hicieron preguntas al final. Salí de la sesión antes de que acabara, así que eso me lo perdí. Pero, en cualquier caso, a mí el tema me dio que pensar, la verdad.
La segunda reflexión tiene que ver con una idea que repitieron varios ponentes: “estamos aprendiendo”. En el congreso se vieron buenas prácticas, casos reales, aplicaciones del Internet de las cosas en varios sectores. Pero no se compartieron verdades inmutables. Y no se compartieron porque todavía no existen.
Sí, sé que suena viejuno y trillado, pero es así: vivimos en una fase beta constante porque todo lo que tiene que ver con Internet lo vamos descubriendo sobre la marcha. Así que, si alguien os dice que tiene la fórmula mágica para entender todo esto y para monetizarlo rápidamente, desconfiad. No creo en Rappeles de la materia ni en gurús, sí en visionarios, pero de esos hay muy pocos. ¿No os parece?
[Tweet «En Internet vivimos en beta constante, aunque suene a tópico»]
