“La estrategia es el mapa. Sin mapa no puedes saber adónde vas ni si has alcanzado los objetivos”. Lo explicó Montse Tarrés, directora de comunicación de Novartis, el sábado en una sesión del Máster en liderazgo y gestión de la ciencia de IDEC-UPF, y me pareció una explicación muy gráfica.
Sin este mapa, la comunicación carece de guía y va a la deriva. Es como si te vas a Roma de viaje, explicó Montse, y te olvidas el plano. Puedes ir descubriendo sitios que te gustan, pero no podrás saber si has visto todo lo que te interesaba, si has alcanzado los objetivos que te habías marcado. “Sólo se ve lo que se conoce”, reza un proverbio alemán que acertadamente añadió Vladimir de Semir, director del Observatorio de Comunicación Científica de la UPF.
Tras participar en una sesión introductoria sobre comunicación 2.0, asistí a la primera parte de la charla de Montse, en la que hablaba de comunicación, y como veis resultó muy inspiradora.
El departamento de comunicación no busca vender
Montse explicó que, cuando alguien de la empresa va a hablar con ella, a menudo le explica: “si quieres vender, te has equivocado de departamento. Si cuando vayas a vender quieres tener una tarjeta de presentación (= reputación), entonces estás en el departamento adecuado”. Y me gustó oírlo porque yo creo que la función de la comunicación no es directamente la venta. Es decir, que los resultados de una comunicación bien gestionada pueden traducirse en ventas, pero su objetivo principal es influir en las percepciones de los públicos, es hacer la marca (la empresa) más fuerte, es mejorar su reputación. Para mí, marketing va de la mano con ventas y comunicación, con imagen y reputación.
Dos apuntes más para cerrar el post: “si no explicas lo que haces, nadie lo sabrá”. Es el leit motiv de la comunicación y las relaciones públicas, ese “hacerlo bien y hacerlo saber”. Y, cómo no, la importancia de que dirección apueste en la comunicación y crea en ella: “nada pasa si sólo dirección cree en ello, ni tampoco si dirección no cree en ello”.