Estoy disfrutando mucho con el Máster de Sociedad de la información y el conocimiento de la UOC. Una vez más, queda demostrado lo mucho que se puede aprender de los demás y lo provechoso que resultan los debates, aunque sean virtuales. Como decía recientemente Soumitra Dutta, investigador de Insead en redes sociales on line, en La Contra de La Vanguardia: «Nadie sabe más que todos juntos».
Volviendo al curso de la UOC, hablábamos el otro día sobre si el término “alfabetización digital” es la forma más apropiada de designar a quienes no están alfabetizados digitalmente. Ciertamente, hablar de “analfabetismo” puede resultar algo despectivo, apuntaba un compañero. En su lugar, Francis Pisani habla de “literacy” digital, que va más allá de saber leer y escribir, e implica también saber comunicarse.
Sin embargo, desconocía el concepto de “alfabetización informacional”, también conocido con el acrónimo ALFIN, que nos presentó otra compañera de curso, Sílvia Sunyer, que forma parte del Grupo de alfabetización informacional y formación de usuarios (AlfinCat) del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de Cataluña.
¿En qué consiste ALFIN? En enseñar a identificar nuestras necesidades de información, localizar las fuentes más apropiadas para satisfacerlas, aprender a consultarlas, organizar la información que extraemos de ellas y, finalmente, saber utilizar dicha información de forma ética, es decir, atribuyéndola adecuadamente a sus autores. Sin duda, una formación muy necesaria para combatir la actual «infoxicación» que nos rodea.
Sobre este mismo tema, me ha parecido muy interesante el blog ALFIN en la educación secundaria (en catalán) y los documentos elaborados por el grupo AlfinCat.