La crisis sanitaria del ébola «se ha agravado por la mala gestión de la comunicación», ha asegurado Milagros Pérez-Oliva; periodista especializada en salud de El País en la mesa redonda Los agujeros negros de la comunicación en la crisis del ébola que se ha celebrado al mediodía en el Col·legi de Periodistes de Catalunya.
La mala comunicación de esta crisis se inició con la rueda de prensa de Ana Mato pero este fue solo el principio de una larga lista de errores, ha señalado Mònica López-Ferrado, periodista científica y coordinadora de ARA ciencia, y moderadora de la sesión. El Gobierno ha cometido muchos fallos en la gestión y comunicación de esta crisis, pero también los medios de comunicación han tenido un papel protagonista en este circo mediático.
La Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) publicó el 8 de octubre, un día después de que se conociera el caso de Teresa Romero, un comunicado con criterios básicos para la gestión informativa de la crisis y más tarde también se pronunció sobre la publicación de imágenes la profesional afectada por ébola. Xavier Granda, vicepresidente de ANIS, ha lamentado que «no se estén respetando estos criterios».
Xavier y Milagros han coincidido en que «parece que no aprendemos, siempre volvemos a caer en los mismos errores» comunicativos cuando estalla una crisis sanitaria. Sin embargo, para Gemma Revuelta; subdirectora del Observatorio de la Comunicación Científica de la UPF, «no es que no aprendamos, es que vamos a peor».
>> Una cadena de errores
No una equivocación, sino varias, escribía hace unos días Milagros Pérez-Oliva en El País. En la sesión, ha repasado los factores que nos han llevado hasta la situación actual.
En las crisis sanitarias, siempre coincide la máxima expectativa informativa, cuando los medios están dispuestos a dedicar más espacio al tema, con el momento en el que hay menos información. Pasó con las vacas locas y vemos como ha vuelto a pasar, y esto es aún más evidente hoy con la inmediatez de las redes sociales.
Ante la falta de información, se activa el mecanismo de la especulación, ha seguido explicando Milagros, y ante dos escenarios posibles, los medios tienden a optar por la versión más alarmista. Esto se junta con la necesidad del periodismo de personalizar la información y lleva a «sobredimensionar excesivamente aspectos de realidad que no deberían tener este protagonismo». Un ejemplo sería el tratamiento que se está dando al caso de Teresa Romero, de la que no solo conocemos su nombre sino que también se han publicado fotos de la paciente ingresada.
Por otra parte, mucha información sobre el ébola se ha dado en programas que no son meramente informativos, sino de entretenimiento, como los magazines matinales, que «tienden a exacerbar la parte más emocional de las noticias» y a los que muchas veces «les falta rigor periodístico» en el tratamiento de la información.
Xavier Granda ha repasado los agujeros negros en la gestión de comunicación de esta crisis, desde la rueda de prensa de Ana Mato «que empezó 20 minutos tarde porque no encontraban la llave del cuadro de sonido». Tras eso, las administraciones sanitarias han cometido muchos otros errores: la pésima gestión de la comunicación en el Hospital de Alcorcón, al que se prohibió informar, y las desafortunadas declaraciones del Consejero de Sanidad de Madrid, que afirmó que «no hace falta hacer un máster para ponerse el traje», entre otras.
Por parte de los medios, destacan «momentos bochornosos», ha dicho Xavier, como la publicación de fotos de los enfermos sin su consentimiento, la persecución a la madre de Teresa Romero y el error de la COPE al dar por muerta a Teresa Romero. El director de El Periódico dio Cinco razones para publicar la fotografía de Teresa Romero, aunque en ePrivacidad.es aseguran que es ilegal publicar fotos de la enferma en el hospital. El País ha sido el único medio en pedir disculpas por la publicación de la foto, que más tarde retiró. Isaac Salvatierra ha hecho una buena selección de tuits en este Storify.
Lamentablemente, los falsos remedios también se han hecho un hueco en la agenda mediática. Aunque no todo se ha hecho mal: eCuaderno también ha hecho una recopilación de artículos sobre la comunicación institucional y periodística con motivo de la crisis del ébola y La buena prensa destaca el buen trabajo de algunos medios.
>> ¿Dónde está la noticia?
Lali Cambra, coordinadora de comunicación de Médicos Sin Fronteras (MSF), ha recordado que para ellos la crisis del ébola empezó en marzo, cuando se detectaron los primeros casos de la enfermedad en África. «En junio ya se consideraba epidemia de salud global». Sin embargo, ha explicado, «empezamos a recibir peticiones masivas de los medios cuando se sabe el contagio de Teresa«. El aluvión de peticiones fue tal («más de 80 en solo dos días») que no pudieron atenderlas todas. Hicieron una selección de programas, priorizando los de carácter informativo en detrimento de los de entretenimiento.
En todo momento han intentado transmitir un mensaje de calma, explicando qué es el ébola y que el verdadero problema está en África. Lali ha insistido en que «el riesgo cero no existe», así que «no se puede pretender que haya riesgo cero de contagio del ébola».
Esto es lo que se explicaba desde MSF, pero no lo que interesaba a muchos periodistas, que «querían saber qué había fallado y nosotros no podemos responder a esta pregunta porque no hemos participado en el proceso». Incluso algunos medios han llegado a pedirles si tenían algún traje de protección que se pudieran probar. «Eso no es información», ha asegurado Lali, que ha apelado a la responsabilidad de los medios de comunicación.
Para intentar rebajar la tensión mediática, decidieron grabar un vídeo en el que un médico de MSF aclara ocho dudas sobre el ébola:
A la hora de valorar el impacto de una noticia sobre una crisis sanitaria, se suelen tener en cuenta cuatro factores: transmisibilidad, infectividad, gravedad y contexto, según ha explicado Gemma Revuelta. La subdirectora del Observatorio de Comunicación Científica de la UPF ha recordado el significado de la palabra epidemia: aumento de la incidencia previsible o esperada, «de ahí que resulte un tema tan atractivo mediáticamente». Y ha repasado la comunicación de tres crisis sanitarias: vacas locas, gripe A y ébola apartir de los datos del Informe Quiral.
Sobre la gestión del gobierno, Gema ha apuntado que «el portavoz ideal en una crisis sanitaria debe tener conocimiento y autoridad». Y ha comparado la gestión que se está haciendo en España con la de Estados Unidos.
Como alguien del público ha apuntado en el turno de debate, «los portavoces han de estar formados para poder informarnos adecuadamente y no generar alarma».
Ojalá aprendamos algo de todos los errores de comunicación que se están cometiendo en la crisis del ébola y así en el próximo debate que se organice sobre este tema no tengamos que volver a lamentarnos de que hemos vuelto a tropezar de nuevo con la misma piedra.